martes, 26 de abril de 2011

Orientación para estimular a un bebe de 1-3 meses.

El niñ@ cuenta con las características siguientes:



LlantoEs capaz de llorar por dos motivos, ante necesidades o malestares de hambre, sueño, cambio de pañal...; o ante dolor como por ejemplo un cólico, infecciones, etc.

Sonrisa: El niñ@ expresa bienestar y relajación. El adulto responde a esta conducta positivamente: reimos, le hablamos. Esto a su vez resulta placentero al niño. Estas conductas sirven para iniciar y garantizar la buena interacción con el adulto.



Emisiones vocálicas

Empieza a mantener erguida la cabeza y a efectuar giros.

Debido, en parte por el control de la cabeza, se aprecia un mayor control de la orientación y el seguimiento de los estímulos.

Prensión: Comienza a agarrar todos aquellos objetos que estén en su mano o cerca de ella.

Regulación y control de los estados: Empieza a establecerse los ritmos biológicos de alimentación y sueño. Comienza a aumentar la duración de los períodos de permanecer despierto y dormido aunque puede existir mucha diversidad en función de características individuales del niñ@.


Estimulos ambientales a utilizar


Iluminación: Se debe utilizar cambios en la luz ambiental para ayudar al niñ@ a regular sus propios estados. Diferencia día-noche, actividad-reposo, y así ir elaborando sus rutinas.


Necesita objetos variados para ayudarle con sus nuevas capacidades, que son agarrar, seguirlos auditivmente y visualmente.



Sonido: Aunque sigue prefiriendo la voz humana, pero también le interesan otros sonidos del ambiente. Se debe seguir proporcionandole una variedad de estímulos sonoros ligada al tipo de situación.


Espacios: Evita tener al niñ@ siempre en una misma habitación, de modo que experimente variedad de estímulos visuales y auditivos de su hogar.



Respuestas del adulto para estimular al niñ@

En esta fase continúa la adaptación del niñ@ a los padres y viceversa, siempre disfrutando de ser padres.

Es posible responder más adecuadamente a las necesidades del niñ@ que expresa mediante el llanto.

Para estimular la sonrisa, imita las expresiones del niñ@ y hazle tú nuevos gestos a la vez que le hablas y lo acaricias.

Háblale de forma espontánea (utilizando gestos y entonación).

El niñ@ no necesita ahora una gran cantidad de actividades diferentes, de hecho disfrutará con la repetición de la misma actividad y, asociada a otras actividades habituales (comida, baño, sueño); le ayudará a establecer sus rutinas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario