miércoles, 6 de abril de 2011

Orientaciones para decir bye al pañal


Para entrenar a un niñ@ en el control de esfínteres hay que seguir unas reglas generales para todos los niñ@s: se consigue antes el control de las heces que la micción, el control diurno previo al nocturno. Además hay que cerciorarse de que el desarrollo evolutivo del niñ@ se encuentra lo suficientemente maduro para que pueda aprender a controlar. El niñ@ tiene que ser capaz de seguir ordenes sencillas y conocer las palabras clave, poder estar sentado en un sitio por lo menos durante cinco minutos y ser capaz de aguantar por lo menos una hora entre pis y pis.

El entrenamiento, generalmente, debe constar de varias fases o características:

1- Elaborar un registro durante al menos durante quince días, en periodos de una hora, dónde se anote en que horas del día o cuando es más probable que el niñ@ haga pis. Se trata de establecer una "pauta de micción".
2- En función de esta "pauta" se elaborará un horario para llevar al niñ@ al baño antes de las horas en las que moja. Se llevará un registro de esto.
3- Hay que quitarle el pañal y llevarlo al orinal media hora antes de la hora que hemos anotado. Después no se debe volver a poner el pañal aunque tengamos que cambiarle continuamente.
4- Llevar a cabo el entrenamiento anotando manifestaciones que anticipen la acción, como por ejemplo cruzar las piernas, ponerse tenso, colorado...Hay que anotar si el niñ@ aguanta hasta su hora o no.
5- Posteriormente, y en la medida que vaya controlando, hay que ir aumentando el tiempo entre micciones. Este aumento debe ser lento y progresivo y comenzará cuando observemos que el niñ@ no moje la ropa interior. Se empezará por alguna hora del día.
6- Hay que entrenar al niñ@ también para emita una señal que nos indique que quiere ir al servicio.
7- Es recomendable establecer un hábito también en aquellas características o elementos que rodean este control y que pueden ayudar a adquirir éste, esto es tirar de la cadena, limpiarse, lavarse las manos,...
8-. Inicialmente en el comienzo del entrenamiento, es probable que sea necesario cierto grado de incitación al niñ@ a la conducta y se le tenga que animar a hacer pipí. Debe hacerse sin forzar al niñ@.
9- Hay que intentar ponerle ropa que sea fácil de quitar por ell@s. Vamos a intentar ponerle las cosas fáciles no?.



La adquisición de cualquier aprendizaje debe realizarse de la manera más natural posible, en un ambiente habitual y relajado. Así no se debe regañar al niñ@, o utilizar frases como "eres un meón"o "tu primo ya no se hace pipi". No se debe nunca comparar al niñ@, aunque es positivo que el niñ@ pueda observar esta conducta en amigos, compañeros, primos, y pueda por tanto imitarla. Se debe ignorar las conductas que no queremos que se repitan y reforzar aquellas que deseamos que prevalezcan. Estos reforzamientos deben ser más frecuentes en el comienzo del entrenamiento, y tienen que ir desapareciendo progresivamente acorde con la adquisición del control.

Por último no hay que olvidar que cada niñ@ es distinto. Aunque se establece el momento inicial del control de esfínteres alrededor de los 24 meses a los 36 meses, los niñ@s lo consiguen en momentos muy variables. Hay que contar  con el apoyo de todos los cuidadores del niñ@: abuelas, niñeras, esuelas infantiles,...Es posible que el niño sufra altibajos, no se desespere, y si la situación parece incontrolable, no se agobie, consulte a un profesional, para eso estamos...

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