domingo, 4 de diciembre de 2011

Ceguera facial


El otro día viendo la película Faces in the Crowd  alguien que estaba  conmigo me dijo: "No puede ser que esto exista". Pues sí, existe y se llama Prosopagnosia o ceguera facial. A modo de resumen, para los que no han visto la peli, os resumo un poco el argumento: la protagonista es atacada por un asesino en serie cuando presencia uno de los asesinatos. Al intentar escapar cae y sufre un traumatismo que le causa esta patología.


El término prosopagnosia fue introducido por Joachim Bodamer en 1947 para describir el caso clínico de un paciente de 24 años que tenía una herida de bala en la cabeza. Este paciente había perdido su capacidad para reconocer las caras de familiares y amigos, incluso era incapaz de reconocer su propio rostro al mirarse en un espejo o en una fotografía.

Se puede distinguir la ceguera facial según el origen que la causa. Numerosos pacientes desarrollan este déficit a partir de una lesión ( prosopagnosia adquirida), pero otros tienen esta dificultad a lo largo de toda su vida (prosopagnosia evolutiva o desarrollada). No obstante estos pacientes manifiestan distintos grados de afectación en el reconocimiento de caras. Se pueden observar pacientes con un déficit en los procesos visuoperceptivos, en los de asociación de la información percibida, en la conexión de la información que se percibe con la que se almacena en la memoria y otros con déficit de almacenamiento o en la recuperación de dicha información.







Los estudios no han identificado lesiones cerebrales específicas asociadas a este déficit, unos indican que la percepción de caras está asociada a regiones posteriores del cerebro, sobre todo a las áreas de asociación occipitotemporal del hemisferio derecho, aunque también se ha observado en pacientes con lesiones en el hemisferio izquierdo o bilaterales. Hoy día parece que hay un consenso en establecer que podría haber diferentes grados de dominancia hemisférica para el procesamiento de caras.




Para evaluar la capacidad de reconocimiento de rostros hay que aplicar diferentes tipos de pruebas que evalúen distintos ámbitos de la percepción, reconocimiento e identificación de rostros. Dichas pruebas deben contener tareas de tipo perceptivo, asociativo y de denominación e identificación de expresiones emocionales.



Por el momento no existe tratamiento específico para la prosopagnonia. La única ayuda consiste en hacer que el paciente desarrolle distintas estrategias con las que compensar su déficit. Estas personas con ayuda de profesionales desarrollan estrategias alternativas o hacen uso de claves contextuales como el pelo, la voz o forma de hablar, las lentes, alguna particularidad en la cabeza, el modo de andar o de vestir, etc. que a las demás personas pasan desapercibidas, pero que para ellas son relevantes para distinguir a unas personas de otras. Aunque estas personas se desenvuelven de forma aceptable en su medio social, a menos que se encuentren con un familiar fuera de contexto o cambien las características que de las caras conocidas tienen memorizadas, es habitual que eviten las aglomeraciones de público, las reuniones sociales y también se quejan de que les resulta difícil seguir el argumento de una película, ya que no pueden identificar a los personajes.

Fotos y vídeos:
rikim.blogspot.com
http://www.imdb.com/title/tt1536410/
Canal de Coolpsychologist
Canal Raul Espert


Para saber más:
http://prosopagnosiaresearch.org/

Alonso-Prieto, E., Caharel, S., Henson, R.N., Rossion, B. (in press). Early (N170/M170) face-sensitivity despite right lateral occipital brain damage in acquired prosopagnosia. Frontiers in Human Neuroscience.

Bauer RM (1984). "Autonomic recognition of names and faces in prosopagnosia: a neuropsychological application of the Guilty Knowledge Test". Neuropsychologia 22 (4): 457–69.

Behrmann M, Avidan G. Congenital prosopagnosia: face-blind from birth. Trends Cogn Sci. 2005 Apr;9(4):180-7. Review.

Behrmann, M., Avidan, G., Gao, F., and Black, S. (2007). Structural imaging reveals anatomical alterations in inferotemporal cortex in congenital prosopagnosia. Cerebral Cortex, 17, 2354-2363.

Busigny, T. & Rossion, B. (2011). Holistic processing impairment can be restricted to faces in acquired prosopagnosia: Evidence from the global/local Navon effect. Journal of Neuropsychology, 5, 1-14.

 Developmental prosopagnosia: a window to content-specific face processing. Current Opinion in Neurobiology. 16(2):166-173.

Jiang, F., Blanz, V., Rossion, B. (2011). Holistic processing of shape cues in face identification: evidence from face inversion, composite faces and acquired prosopagnosia. Visual Cognition, 19, 1003-1034.

Ramon, M., Caharel, S., & Rossion, B. (2011). The speed of personally familiar face recognition. Perception, 40, 437-449. 

Van Belle, G., Busigny, T., Lefèvre, P., Joubert, S., Felician, O., Gentile, F., Rossion, B. (2011). Impairment of holistic face percetion following right occipito-temporal damage in prosopagnosia: converging evidence from gaze-contingency. Neuropsychologia, 49, 3145-3150.

WHITELEY, A. M. & WARJUNGTON, E. K. (1977) Prosopagnosia: a clinical,psychological and anatomical study of three patients. Journal of Neurology.

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