El niñ@ a los 7 meses las rutinas diarias relacionadas con la satisfacción de necesidades básicas (comia, aseo, vestido,...) tiene un mayor caracter social. El niñ@ presta mucha atención a todos los estímulos que rodean a dichas rutinas y ahora dispone de más habilidad para una participación activa en ellas (principalmente por el repertorio de habilidades motoras que se ha desarrollado en el semestre anterior).
Explora con atención el rostro del adulto (partes de la cara, gestos...) y muestra preferencia por las personas conocidas.
A partir de esta edad el nñ@ inicia la toma de alimentos triturados con cuchara, previamente se le habrá iniciado con la fruta. A lo largo de esta etapa irá desarrollando la masticación de alimentos cada vez más enteros. Poco a poco será capaz de llevarse a la boca alimentos con los dedos, y de beber en un vaso con ayuda.
Tiene regulado el ciclo sueño-vigilia que incluye una siesta matinal, otra después de comer y un sueño nocturno de 10 horas aproximadamente.
Es usual que el niñ@ extienda los brazos para que le cojan.
Demuestra miedo hacia una persona extraña.
Comienza a jugar solo por periodos cortos de tiempo.
Criterios de Estimulación
Los niños aprenden normas sociales principalmente por imitación. Los padres tienen la responsabilidad de ser un buen modelo social para el niñ@:
Continua el desarrrollo de hábitos adecuados de alimentación, sueño, baño..., a través de la rutinas diarias.
Proporciónale horarios estables adaptados a las características del niñ@.
Baña al niñ@ diariamente, sin prisas y de forma placentera y afectuosa. Los juegos de chapoteo en el agua, con juguetes de goma o masajear su cuerpo mientras le hablas de forma afectiva, son recursos muy valiosos.
Alimenta al niñ@ de forma relajada, procurando hacerlo siempre en el mismo sitio (trona), dejándole que participe activamente.
El rechazo a determinados tipos de alimentos es normal, insistir sin ansiedad favorecerá que vaya aprendiendo a aceptar todo tipo de alimentos.
Evita hacer comentarios negativos con respecto a la comida.
Establece también una rutina en torno al sueño, con la finalidad de que el niñ@ aprenda a dormirse por sí solo, evitando dormirlo en brazos.
Evita actitudes sobreprotectoras o demasiado rígidas, que influirán negativamente en su desarrollo.